Nuevas proteínas inexistentes en la naturaleza fueron creadas para imitar a las inmunoglobinas de los anticuerpos gracias a un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Institute for Protein Design.
De acuerdo con el Diccionario del Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos (NCI), la inmunoglobina ayuda al cuerpo a combatir infecciones. Los pacientes con cáncer o determinadas afecciones tienen niveles más altos de inmunoglobina. Por ello, su medición se usa para diagnosticar el cáncer. Los anticuerpos son un tipo de inmunoglobina.
El estudio y su relevancia radica en permitir el desarrollo de medicamentos basados en anticuerpos monoclonales personalizados y más accesibles para utilizarlos en enfermedades autoinmunes, infecciones virales y el cáncer.
Los científicos lograron diseñar “pequeñas inmunoglobinas como las de los anticuerpos con estructuras a medida, de alta estabilidad y con capacidad para anclar zonas flexibles con capacidad de unión a la diana buscada”.
La parte de los anticuerpos que se modificó fue una pequeña región variable, que es la que permite a cada anticuerpo reconocer de forma específica una diana. De tal forma que las inmunoglobinas puedan interactuar y reconocer directamente al patógeno.
Nueva inmunoglobina puede ayudar a crear medicina contra cáncer
Las dianas son ciertos genes, proteínas y otras moléculas que intervienen en la multiplicación y supervivencia de las células cancerosas, de acuerdo con el NCI. Muchos de los tratamientos para el cáncer buscan bloquear esas dianas moleculares o las señales que envían a las células para impedir su multiplicación o diseminación.
Con este descubrimiento, los científicos han abierto la puerta al diseño de proteínas similares a los anticuerpos con la posibilidad de estructurarlos de acuerdo a las necesidades de cada paciente, además de que tienen mejores propiedades biofísicas. Esto representa un gran avance para el desarrollo de medicamentos más eficaces y accesibles.
Aunque ya existen los tratamientos con anticuerpos monoclonales, que funcionan a partir de la modificación de una parte de los anticuerpos para reconocer las dianas y atacar células concretas, son terapias muy costosas, tienen baja estabilidad y es muy difícil producirlos a gran escala. Además de que su mantenimiento, distribución y almacenaje también es complejo.
Sin embargo, lo que este nuevo estudio dio a conocer es una nueva forma de diseñar terapias similares a los anticuerpos monoclonales, pero de una manera más sencilla, estable y barata.