La industria farmacéutica ha avanzado en esta última década gracias a los animales de laboratorio. Roedores, reptiles y primates han soportado testeos dolorosos por mucho tiempo para fabricar medicamentos más seguros, pero ahora finalmente existe una alternativa. Se trata de un chip hecho con células humanas que puede recopilar información sobre la toxicidad de algunas sustancias sin tener que recurrir a los experimentos con animales.
Este dispositivo, del tamaño de un dedo humano, fue desarrollado por la Universidad Técnica de Viena (TU). En principio se creó para reproducir la interacción de un embrión humano con la placenta, y así poder estudiar qué posibles toxinas dañan al feto. Sin embargo, este chip podría utilizarse para otros estudios de laboratorio.
Un chip para sustituir a los experimentos con animales
Lo que hace especial a este chip es que alberga un pequeño universo: células humanas que crecen para convertirse en órganos o tejidos funcionales. Por lo tanto, los investigadores pueden trabajar directamente sobre aquello que les interesa sin tener que recurrir a un animal con una anatomía similar.
El equipo del TU explicó que este chip funciona cuando el hidrogel que rodea las células se enriquece con moléculas que luego se pueden activar con un rayo láser. Las células migran a través del hidrogel y forman un tejido en 3D.
Para desarrollarlo, cultivaron la membrana porosa de la placenta para formar una barrera densa, y luego agregaron células madre.
“Sabemos que todavía es un sistema en prueba, pero este chip puede funcionar. La nueva tecnología del chip mapea de manera más confiable lo que sucede entre madre e hijo”.
Federal Laboratory Sciencie and Technology
Hoy en día, los estudios sobre la toxicidad de algunas drogas se basan en experimentos con ratones embarazados. De hecho, se estima que, al año, se utilizan más de 100.000 roedores para evaluar la seguridad de los medicamentos en humanos. Eso fue lo que inspiró a los investigadores a crear un chip que pudiera acabar con los experimentos en animales, al menos durante las primeras etapas del desarrollo de nuevos medicamentos.
Aunque también hay otros motivos implicados en su desarrollo como:
- La necesidad de crear un mecanismo de prueba más certero.
- El riesgo actual de las toxinas ambientales y los productos químicos que actúan de forma diferente en el ser humano.
- Y el deseo de proporcionar datos importantes sobre los riesgos potenciales para la salud durante el embarazo.
¿Pero este será el fin del testeo con animales?
El chip podría sustituir parcialmente los experimentos con ratones de laboratorio, pero existen muchas otras ramas que usan animales para probar productos. Como por ejemplo, la industria cosmética.
Además, todavía se desconoce la precisión de esta nueva tecnología. Para que el chip sustituya a los animales debe:
Ser reproducible, es decir, poder generar muestras de tejido con exactamente la misma microestructura.
Y también debe poder conectarse con precisión a diferentes muestras. Por ejemplo, si se está estudiando la interacción entre un pequeño trozo de tejido del músculo cardíaco y tejido hepático.
Los investigadores solo han creado un modelo en 3D de una placenta con este chip, por lo que todavía no podemos despedirnos por completo de los experimentos clínicos con animales. Pero quizás en un futuro las cosas sean diferentes.