Un desarrollador japonés llamado Aromajoin ha diseñado una tecnología que digitaliza el aroma de imágenes y vídeos y las traduce en olores que los usuarios pueden disfrutar durante el visionado.
Este dispositivo, que recibe el nombre de Aroma Shooter, se ha presentado en el marco de la mayor feria de electrónica de consumo del mundo CES, que ha tenido lugar a principios de enero en Las Vegas (Estados Unidos).
En este espacio, Aromajoin ha dado a conocer Aroma Shooter como un difusor de aromas que expulsa diferentes olores dependiendo de lo que los espectadores estén viendo en la pantalla, ya sea un vídeo o la escena de una película.
De este modo, si uno de los personajes pasea por un bosque en una determinada toma del contenido audiovisual, el espectador podrá oler la esencia de los pinos, los eucaliptos o las mimosas que le rodean.
Aroma Shooter es un dispositivo que cabe en la palma de una mano, con un tamaño de 8,2 cm de largo y un peso de 159 gramos (177 gramos en caso de que esté cargado). En total, puede albergar hasta seis cartuchos a la vez.
El difusor es portátil, viene con una distancia de difusión de 60 centímetros, se carga mediante cable USB-C y dispone de conexiones Bluetooth LE y WiFi. Además, funciona con una aplicación que cuenta con versiones tanto para Android como para iOS y Windows.
No obstante, la compañía ha indicado que cuenta con un kit de desarrollo de ‘software’ (SDK, por sus siglas en inglés) para dar soporte a otros sistemas operativos y «para llevar el aroma al límite», según se puede leer en su página web.
Para digitalizar el aroma de los elementos que se ven en la pantalla, este difusor de aromas «abandona medios líquidos o gaseosos, como los aceites, la niebla o el vapor» y ofrece cartuchos sólidos para proporcionar un olor más intenso.
Aromajoin también ofrece cartuchos con distintos olores a través de su página web (entre ellos, mango, naranja, vino, asfalto o salsa de soja), de modo que se puede personalizar esta experiencia a gusto de los consumidores.
La compañía también asegura que este ‘gadget’ es capaz de alternar aromas en 0,1 segundos, de modo que un olor puede borrar a otro a gran velocidad para mantener el formato inmersivo de la experiencia. Con ello, el fabricante japonés puntualiza que los olores «nunca persisten» en el entorno.
Además de que se pueden mezclar los distintos aromas disponibles, que tienen un precio de 54 dólares por cartucho (alrededor de 50,30 euros al cambio actual), se puede graduar de forma individual la intensidad de cada cartucho.
