Antes de que el presidente de México diga que tiene otros datos en materia de corrupción, vamos a revisar lo que anunció Transparencia Internacional. La organización no gubernamental obtuvo en su estudio que en el continente americano Venezuela, Haití y Nicaragua son los países más corruptos lo cual está relacionado al régimen autoritario que los caracteriza.
Por su parte, México se ubicó en la posición 126 de 180 países evaluados; es decir, ha ido dos posiciones a peor. Otra manera de verlo es que nuestro país consiguió 31 puntos de cien. También se hace necesario señalar que ninguna nación registró acciones significativas en contra de la corrupción y pues es justamente eso lo que falta: que haya sanciones. Sobre México podríamos decir que no pasó nada con la fortuna de Barlett y los contratos hechos desde la Comisión Federal de electricidad, las empresas factureras en la Comisión Nacional del Deporte, la entrega de dinero a Pío López Obrador, las propiedades de la exsecretaria de la Función Pública, la casa gris y los que faltan.
La corrupción está ligada a la baja o escasa honestidad con la que ejercen su labor los gobernantes, al cumplimiento de los principios de equidad y justicia. Si no se pelea para acabarla se pasa a formar parte de ella. Los índices están a la vista, faltan acciones preventivas y de combate y el inicio es deshacerse de la impunidad.