A lo largo del último año a nivel nacional se registraron 109 mil renuncias de trabajadores a su centro laboral, derivado de condiciones de acoso, esto es situaciones de humillación, burla, situaciones de denigración sexual o condiciones de violencia psicológica; esta cifra representa 8 mil casos más que terminaron en renuncia de los registrados en 2021.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la mayor parte de las personas que renuncian por esta causa son mujeres, ellas representaron más del 60 por ciento de los casos registrados, seguidos de las personas que operan en los niveles más bajos de la cadena dentro de las organizaciones, el 95 por ciento, percibía menos de 3 salarios mínimos.
Gilberto Sauza Martínez, Presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México, refirió que se trata de un reto tanto en materia económica como social, pues es sabido que los casos de violencia impactan de manera directa en condiciones de productividad, pero también en la desintegración del tejido social y condiciones de seguridad a mucho más gran escala.
“Uno de los temas principales es que esta situación no se corta desde el inicio y va teniendo una tendencia de crecimiento y va generando estragos mucho mayores, primero en el individuo, en el tema social y en el tema económico”
En este sentido señaló que es indispensable generar una política pública orquestada de manera conjunta por las autoridades del sector social, que permita la identificación oportuna de estos casos, protocolos de seguimiento, capacitación dentro de las organizaciones empresariales y tratamiento una vez que se ha presentado la conducta. Señaló es indispensable ir abatiendo esta cifra, pues el impacto que tiene es mayor en prácticamente todos los aspectos de la vida social, por lo que uno de los puntos fundamentales es su identificación a tiempo.
