Con motivo del Día de las Madres hay que señalar que cada vez hay más mujeres que no quieren tener hijos y desde luego, sus razones son muy válidas. Hablamos de que prefieren no tener esa responsabilidad, y optan por el desarrollo profesional, un estilo de vida a su gusto, evitar a nuevos seres los problemas comunes de este mundo, que ya hay mucha población y/o niños con carencias, no tener estrés, gozar de mayor estabilidad emocional, disfrutar la vida en pareja, por de decepción, disponer de tiempo libre para divertirse y hacer amigos, y no experimentar cambios físicos y/o de estética, etcétera.
Asimismo, se considera que no les atraen los niños, no les tienen paciencia, no les despierta el deseo de crianza o que no serían buenas madres.
En la decisión de no ser madre no pesa por tanto, el mandado social de que las mujeres son más plenas teniendo hijos o que actúan de forma egoísta. No tiene cabida aquello de que: “¿Quién te va a cuidar cuando seas mayor?”, “Te vas a morir sola” o “Vas a estar muy triste o infeliz”.
Toca pues aceptar respetar a quienes no desean ser madres y que la decisión que tomaron es la que les hace sentir bien y seguras. La maternidad es una opción, no una obligación.
