Los casos de contagio por pediculosis o los comúnmente llamados “piojos” son una problemática constante principalmente en espacios escolares en los que los pequeños conviven.
La temporada de calor, el ingreso a clases y en general la convivencia diaria crean las condiciones para que esta enfermedad denominada como parasitaria prolifere en diferentes ambientes.
La Secretaría de Salud en el Estado de México desarrolló una serie de campañas para detectar brotes de pediculosis, esto es dos o más casos en un mismo salón de clases, situación que puede convertirse en un episodio epidémico si esta condición se repite en dos o tres grupos del mismo colegio.
Guillermo Ramírez Gijón, Jefe del Departamento de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud del Estado de México, refirió que si bien se han creado una serie de productos como gel para el cabello, champús o sprays que pueden ayudar para evitar los contagios, estos podrían tener una cobertura de alrededor del 15%, mientras que son los hábitos higiénicos los que tienen un mayor impacto para evitar esta enfermedad
“ estamos hablando de los hábitos de higiene que no son sustituibles, es el baño diario, el cambio constante de la ropa de cama, evitar que se puedan compartir utensilios personales, ya que esta enfermedad se contagia por contacto, los piojos no vuelan ni escalan”
De manera que los piojos se transmiten al compartir utensilios como los peines, gorras, bufandas, sombreros, o al juntar la cabeza de una persona con otra, se transfieren.
En la mayor parte de los casos estos pueden ser eliminados a través de shampoo medicado y en casos extremos en donde el contagio sea masivo incluso se puede tomar medicamento vía oral, sin embargo esto debe ser recetado por un doctor.
Señaló que la mayor parte de los casos es sólo cuestión de higiene y revisiones constantes a los pequeños para poder evitar carst en este mal.