En el Instituto Tecnológico de Massachusetts se encuentran trabajando en un robot que puede ser tragado para utilizarse para cerrar heridas y suministrar fármacos.
Este proyecto es llamado «Robot Origami», esto relacionado a la técnica japonesa de papiroflexica ya que eres robot se dobla hasta formar un cubo de hielo del tamaño de una píldora y después se despliega tras llegar al estómago.
Actualmente, el experimento es probado en un estómago artificial fabricado de silicona.
Daniela Rus, la profesora que dirige el laboratorio de Ciencias Computacionales e Inteligencia Artificial del MIT explicó que una de las misiones más importantes del robot es que podría salvar la vida de los niños que se tragan esas pequeñas baterías en forma de disco.
Los robots serían capaces de buscar y atrapar la batería antes de que cause demasiado daño, arrastrarla por el tracto intestinal y sacarla del cuerpo.