Que siempre sí. Beatriz Paredes Rangel cedió ante las encuestas de que Xóchitl Gálvez llevaba la preferencia en la elección de aspirante a coordinar el Frente Amplio por México, y de ahí a la candidatura a la presidencia de la república, con un presunto acuerdo de la cúpula priista. Este hecho hace que, por primera vez en casi cien años el Partido Revolucionario Institucional no tenga candidato para la primera magistratura en México.
El PRI fue fundado por Plutarco Elías Calles en 1929 y hasta ayer se mantenía vivo en para una nueva sucesión presidencial pero esta vez no será así porque no goza de la presencia avasalladora que históricamente tuvo y por el contrario, es oposición y está debatido; basta mencionar su derrota en el estado de México que era su principal bastión político.
El tema ahora es qué pasará con este partido que encabezó la dictadura partidaria en América Latina y que además tiene de dirigente a un político que ha sido acusado de desvío, fraude, acaparador de poder y agitador, entre otras cosas. Por lo pronto, pasarán cinco años en que tendrá que renovarse y levantarse porque de morir ya vimos que a raíz de Carlos Salinas no ocurrió y tampoco con los gobiernos del PAN y el de López Obrador. Pero volver al camino trazado le representará ganarse a la sociedad y tener credibilidad; algo nada fácil.
