Acoso, presiones y violación a sus derechos laborales es lo que acusa y se dice víctima el profesor Miguel Martínez Hernández, quien hasta unos días se desempeñaba como director de la Escuela Preparatoria Oficial Anexa a la Normal No. 1 de Toluca, ya que luego de denunciar corrupción y presunto tráfico de influencias fue removido de su cargo en el sistema educativo.
Con semblante firme pero sobretodo ofendido el denunciante exige justicia en este caso; relata cómo hasta su oficina llegó la denuncia de la venta de una plaza en contra de la maestra Sylvia Ramírez González quien habría recibido 40 mil pesos a cambio del puesto magisterial.
Siguiendo la instrucción de las autoridades educativas decidió darle seguimiento al caso, para encontrar en un primer momento que la docente señalada por esta corrupción no rechazó el delito, lo que dice lo hizo pensar que habría de encontrar eco el discurso de cero tolerancia a la corrupción.
Sin embargo cual fue su sorpresa que en lugar de sancionar o iniciar una investigación contra Ramírez González fue ascendida como directora del plantel sustituyéndolo del cargo. Con ello inició la pesadilla para el docente que había destapado la cloaca.
«A partir de entonces he recibido acoso laboral por los tres niveles de autoridad: Dirección de Educación Media Superior –a cargo de Cuitláhuac Anda Mendoza-, Subdirección de Bachillerato General –bajo responsabilidad de Arturo González de la Rosa- y Supervisión Escolar, quienes han insistido en mi cambio de adscripción, pero no he aceptado ninguno de los planteamientos”, reprochó.
Denunció que el pasado 13 de octubre, Carlos Castañeda, jurídico de la Dirección de Bachillerato General le exigió a él abandonar las instalaciones y ordenó cambiar la chapa y cortarle las líneas telefónicas de su oficina. Obligándolo a abandonar el plantel bajo el argumento que la comunidad estudiantil lo acusaba de desfalco esto pese a que padres de familia, alumnos y compañeros maestros lo han apoyado en todo momento.
Por el momento le han ofrecido un cambio de adscripción, irse de adjunto a una supervisión, un permiso prejubilatorio, un año sabático, un permiso con goce de sueldo por un año, o cambio de plantel propuestas que rechaza categóricamente en el entendido de que no realizó ninguna acción por la que tenga que sentirse apenado.
» Yo no he aceptado, están haciendo una campaña en mi contra y si yo acepto salgo como el peor administrador de esta institución y eso no lo voy a permitir, porque si yo tengo cola que me pisen no estuviera aquí, y no estuviera encabezando esta actividad», argumentó.
Martínez Hernández llevaba siete años como director de la escuela, se encuentra separado del cargo a pesar de que no se le presentó un documento oficial que le prohiba desempeñarse.