Se cumple este 27 de marzo un año de una de las mayores tragedias ocurridas con migrantes en México en la historia reciente. La más grave de un grupo de migrantes bajo el resguardo de las autoridades mexicanas. Hablo de la muerte de 40 migrantes en una estación migratoria en Ciudad Juárez en Chihuahua.
Este hecho hasta ahora se encuentra en la impunidad, que es la constante en la justicia mexicana.
Sí, hay un grupo de ocho funcionarios sujetos a proceso penal, así como algunos civiles que han sido imputados por estos 40 homicidios.
Pero también hay acciones que hablan de la poca importancia que el gobierno mexicano le dio al hecho: el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez, sigue despachando en ese encargo, pese a la tragedia. Aunque está acusado por estos hechos, ha sido evidentemente protegido desde las altas esferas del gobierno mexicano.
Quienes están en la prisión son funcionarios menores. Algunos guardias civiles. El principal responsable del Instituto Nacional de Migración goza de cabal salud.
No es la única tragedia que involucra a migrantes. En 2010, 72 migrantes fueron asesinados en San Fernando, Tamaulipas, a manos de un grupo criminal. Y hace un siglo en 1911, la mitad de la población china en Torreón, Coahuila fue masacrada. En lo que se refiere a los migrantes, México tiene un pasado infame y un presente vergonzoso.