En el estado de México un día sí y al siguiente también hay protestas por la falta de agua.
Hay un problema estructural que se manifiesta en estas expresiones constantes. Sólo durante el pasado mes de enero se registraron 68 marchas, protestas, manifestaciones o plantones en demanda de agua. Más de una expresión popular diaria.
En los últimos años, la administración del agua se ha convertido en un tema de preocupación para los mexiquenses, Por un lado, vivimos un acelerado y constante crecimiento demográfico. Por el otro, la sobre explotación de los recursos hídricos: el estado de México y la Ciudad de México tienen los mantos acuíferos más sobre explotados del país.
Como consecuencia, el acceso al agua es cada vez más limitado.
Hay datos de estudios atribuidos a la Comisión Nacional del Agua que calculan que para el año 2030, en seis años, el Valle de México presentará una “grave escasez” hídrica al contar con una disponibilidad menor a los mil metros cúbicos por habitante al año.
Y sin soluciones de largo plazo, que ya deberían estar en marcha hoy, el futuro es preocupante.