La temporada de lluvias y de huracanes ya se normalizó. En el Atlantico llevamos ya tres fenómenos: Albert, Beryl —que ahora mismo amenaza a la península de Yucatán— y Chris.
En el Pacífico algunas ondas tropicales que no han llegado a conformar un ciclón.
Y aunque en el valle de Toluca, los efectos de estos fenómenos no suelen ser tan graves, las lluvias ya trajeron como consecuencia un aumento en el número baches y el crecimiento de los baches que ya se habían formado en las vialidades de los municipios de la región.
Todos en el valle de Toluca tenemos identificado un bache al que hemos visto crecer, paciente y constante, hasta convertirse en un agujero de grandes proporciones.
En especial, en el caso de Toluca los baches están presentes incluso en vialidades que hace unos meses estaban siendo repavimentadas. Es el caso de la avenida Morelos, por ejemplo, cuyas obras de repavimentación iniciaron a mediados de 2022. Dos años después, ya son visibles los agujeros. y fuera del centro de la ciudad, los baches han crecido al tamaño de cráteres, difíciles de esquivar por completo.
Una desgracia completa: un gobierno desganado y un deterioro incesante.
