Un asunto del que se da cuenta cada mes por el gobierno de la república es el de la inflación. Y hay que empezar por decir que corresponde a un fenómeno de tipo económico que se caracteriza por el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios. Este incremento en los precios reduce el poder de adquisición del peso, lo que significa que con la misma cantidad de dinero se puede comprar menos. La inflación afecta a todos los sectores de la sociedad, desde los consumidores hasta las empresas y el gobierno.
En el caso de los consumidores reduce su capacidad de compra, que hace que tengan que ajustar sus presupuestos y priorizar sus gastos. Además, la inflación puede generar incertidumbre y desconfianza en la población, afectando a la economía en general.
En cuanto a las empresas, tienen que hacer frente a mayores costos de producción y distribución lo que ocasiona incremento en sus precios para mantener sus márgenes de beneficio, trayendo más inflación.
De parte del gobierno, se deben tomar medidas que pueden incluir la aplicación de políticas monetarias restrictivas, a modo del aumento de los tipos de interés, o la implementación de políticas fiscales, como la reducción del gasto público.
En este momento la inflación ronda en México cinco por ciento, pero en algunos países el porcentaje es mucho mayor y debido a un síntoma de problemas económicos más profundos, incluyendo la inestabilidad política, la mala gestión económica y crisis prolongadas.
La inflación es motivo recurrente de preocupación incluso por encima del crimen.
