Así como existe el Día Internacional de la Mujer, hay el Día Internacional del Hombre y es hoy. En nuestros días se habla mucho de la violencia doméstica hacia la mujer pero dejamos de lado lo que ocurre con los hombres, por lo que tenemos que empezar por decir que reciben de mujeres burlas, menosprecio, insultos, amenazas, presión para obedecer órdenes, golpes -como cachetadas, manotazos y trancazos- empujones, zarandeos, arañazos, tirones de pelo; se les lanza objetos para causarles daños y se busca controlar su vida mediante el monitoreo excesivo de sus actividades o relaciones. Todo esto es doloroso y humillante.
Y los hombres no denuncian porque les cuesta admitir ser víctimas y piensan que es una señal de debilidad. Además, existe una falta de credibilidad por parte de las autoridades, y las leyes y servicios de apoyo están más orientados hacia las mujeres.
Hecho aparte es que los hombres en gran proporción son educados para suprimir emociones y evitar mostrarse vulnerables, lo que les lleva a dudar de su identidad masculina si admiten ser objeto de agresiones.
Otro factor es que el feminismo y la discusión sobre la violencia hacia las mujeres pueden ser utilizados en contra de los hombres al perpetuar estereotipos que los presentan exclusivamente como agresores.
Según el último reporte del INEGI, alrededor de 45 mil hombres sufren violencia de la mujer en México pero insistimos en que son los casos que se dan a conocer frente a los que pueden estar ocurriendo.
El que las mujeres sean vulnerables en la sociedad no les otorga el derecho a ejercer violencia sobre los hombres; la igualdad implica rechazar cualquier forma de abuso.