Junto con el Aniversario de la Revolución Mexicana hoy toca recordar a nuestros pequeños pues es el Día Mundial de la Infancia, de la Declaración Universal y Convención de los Derechos del Niño donde se establece que los menores deben recibir atención médica, educación y protección contra la violencia y discriminación; se les tiene que escuchar, que tengan una vida familiar y puedan jugar.
Pongámonos a pensar y el desarrollo de la infancia impacta significativamente a lo largo de la vida. En esa etapa, se forma la salud mental, el aprendizaje y las relaciones sociales. La felicidad en la infancia por su parte, previene el abuso y la explotación y sienta las bases para una vida productiva, justa y pacífica.
El deber ser contrasta con que, en México, uno de cada dos niños y adolescentes viven en situación de pobreza y de estos el 20 por ciento están en pobreza extrema. Estos pequeños pasan desapercibidos entre quienes estamos bien en tantoellos pasan hambre y desnutrición que los hace vulnerables a enfermedades infecciosas y mortalidad infantil. Y aunque nos disguste la pregunta pero, ¿cuántos de nosotros nos preocupamos y ayudamos a esta población? Esperamos a que lo hagan los gobiernos o la organizaciones sociales y que ellos luchen por su cuenta pues para nosotros representan una carga.
Se hace indispensable pues cambiar la percepción social sobre la pobreza y el respeto a los derechos humanos de los niños y mayor responsabilidad colectiva.
