Científicos de la Universidad de California, en Estados Unidos realizaron una investigación para saber el nivel de comprensión que se tiene al realizar la lectura rápida, descubriendo que aún cuando se realice con técnicas especializadas de rapidez, los lectores no comprenden su totalidad el texto.
De acuerdo con el estudio, los lectores versados captan en una lectura normal entre 200 y 400 palabras por minuto, pero si se dobla o triplica ese rendimiento mediante técnicas especializadas, en caso de duda comprenderá una tercera parte o la mitad del contenido.
Estas técnicas de lectura rápida consisten en reducir al mínimo el tiempo que supuestamente roban los movimientos oculares al leer. Pero estos movimientos solo consumen un 10 por ciento del tiempo que invertimos en una página, por lo que al leer rápido también perdemos la oportunidad de releer frases que no hemos comprendido.
Los señalan que el reconocimiento de palabras y el entendimiento de las oraciones resultan más importantes para la comprensión lectora que las habilidades visuales.
En resumen, el mejor método para entrenar las habilidades lectoras consiste en ponerlas en práctica con frecuencia y en leer numerosos y diversos tipos de texto, sin importar la velocidad lectora.