Investigadores de la FES Acatlán, UNAM, han desarrollado el lombricompostaje como una alternativa económica y eficiente para tratar las aproximadamente siete mil 820 toneladas diarias de heces caninas generadas en México. Este método aborda problemas de salud y contaminación ambiental al reducir significativamente patógenos como Escherichia coli, Salmonella y Giardia, presentes en los desechos.
El proceso utiliza lombrices rojas californianas (Eisenia foetida) que transforman las heces en composta rica en nutrientes, útil para mejorar la calidad de los suelos agrícolas. Además, el lombricompostaje es más rápido que el compostaje tradicional, reduciendo el tiempo de transformación de 8-10 meses a solo tres meses. Este método ha mostrado buenos resultados al combinar 25 por ciento de heces caninas con 75 por ciento de hojarasca en un precompostaje que disminuye la carga patógena mediante temperaturas de hasta 75 grados centígrados.
El proyecto también ha explorado el uso de otros residuos orgánicos como desechos de cocina y lodos activados de plantas de tratamiento, logrando compostas de alta calidad para reforestación y mantenimiento de jardines.
Los científicos buscan implementar el proyecto a escala semiindustrial con apoyo de voluntarios y prestadores de servicio social. Además de tratar desechos de manera sostenible, se pretende generar composta para actividades de reforestación y recuperación de espacios verdes. Este modelo tiene el potencial de replicarse en diversas regiones, especialmente en áreas con problemas de higiene y manejo de residuos.