Las obras del Tren Interurbano México-Toluca, conocido como “El Insurgente”, continúan acumulando retrasos, lo que pone en duda la promesa de que estarán listas para julio de 2025. En particular, la colonia El Capulín, ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México, ha sido una de las más afectadas por la construcción, que lleva más de dos años generando inconvenientes para los vecinos.
El proyecto, que originalmente debía finalizar en 2018, ha sufrido un retraso de más de seis años y sobrecostos que han elevado el presupuesto inicial. A pesar de que el gobierno insiste en que el tramo hasta Observatorio estará terminado este año, no se perciben avances significativos en los últimos tramos.
La construcción del Tren Interurbano ha enfrentado varios obstáculos, como la falta de liberación de predios y problemas geográficos. A pesar de los avances en otros tramos, como el de Zinacantepec a Lerma, inaugurado en 2023, y el tramo hasta Santa Fe, que comenzó a operar en 2024, el tramo final hasta Observatorio sigue siendo una incógnita.
La falta de avances palpables y los constantes retrasos en la obra alimentan el escepticismo de los usuarios. La estación final se ubicará en Observatorio, lo que implica que muchos de los vecinos no tendrán acceso directo al tren, pero sí continuarán sufriendo las molestias generadas por la obra.
Algunos expertos han señalado que, aunque el Tren Interurbano reducirá el tiempo de traslado entre Toluca y la Ciudad de México, el impacto en la movilidad de las zonas cercanas aún es incierto. A diferencia del Metro o el Metrobús, «El Insurgente» no contará con múltiples estaciones dentro de la ciudad, lo que podría limitar su utilidad para quienes no vivan cerca de las terminales.
Este sigue siendo un proyecto crucial para la conectividad entre el estado de México y la Ciudad de México, aunque las obras siguen estando lejos de cumplir las expectativas de los residentes cercanos a la construcción.
A medida que se acerca la fecha prometida para la culminación del proyecto, los vecinos de las áreas afectadas siguen esperando que el gobierno cumpla con las reparaciones y compensaciones prometidas, mientras cuestionan si el proyecto realmente traerá beneficios duraderos para sus comunidades.
