El diputado Omar Ortega Álvarez y la diputada Araceli Casasola Salazar, de la bancada del PRD en la LXII Legislatura mexiquense, propusieron que, para la configuración del delito en grado de tentativa, no sea necesario acreditar que las lesiones causadas colocaron a la víctima en real peligro de muerte, sino que sea preciso comprobar que los actos ejecutorios del sujeto activo fueron idóneos para poner en peligro la vida.
Lo anterior al considerar que la legislación actual puede generar problemas en la interpretación y aplicación de la figura denominada ‘tentativa del delito’, provocando así impunidad o sanciones desproporcionadas.
Al exponer la iniciativa para reformar el Código Penal local, el parlamentario Omar Ortega expuso que, si solo se castigara el delito consumado, se dejarían sin sanción numerosos actos peligrosos que, por razones ajenas a la voluntad de la persona que delinque, no lograron su objetivo final (como la intervención médica o la resistencia de la víctima).
Explicó que la tentativa del delito es un punto intermedio entre la preparación de un crimen y su consumación, y que esta figura busca sancionar a quien, habiendo decidido delinquir, realiza actos de ejecución, pero por razones ajenas a su voluntad no logra su cometido.
El Código citado señala que, actualmente, a las personas inculpadas del delito en grado de tentativa, se les aplicarán de uno a dos tercios de la pena prevista para el delito consumado, cuya sanción depende del tipo de delito.
El legislador lamentó que el acceso a la justicia se ha convertido en todo un desafío, y recordó que la bancada del PRD se ha posicionado en contra del ejercicio de una justicia que sea punitiva, pues incrementar las penalidades no necesariamente garantiza que los índices delictivos disminuyan.
