En el marco del Día de la Familia, se llevó a cabo en la Cámara de Diputados, el Foro «La Adopción en el Estado de México: retos y perspectivas«, al respecto, Joanna Felipe Torres, presidenta de la Comisión de Familia y Desarrollo Humano, señaló que la adopción es un acto de amor y responsabilidad que transforma vidas, pero que en el Estado de México aún enfrenta importantes desafíos, por lo que es importante fortalecer la familia como la célula básica de la sociedad y promover valores como la integridad y la dignidad humana.
En la entidad, dijo, existen dos situaciones contrastantes: parejas que desean con anhelo formar una familia y niños que carecen de un hogar. Sin embargo, el proceso de adopción presenta múltiples obstáculos, lo que limita la posibilidad de brindar una familia a los menores que lo necesitan.
«Para el 2022 había 21 personas que querían adoptar a uno de los 1458 niños susceptibles de adopción en los 53 centros de asistencia de la entidad. En 2024 el estado de México ocupaba el primer lugar de adopciones en el país. Aún así, solamente el 10% de los solicitantes lograban acreditar los requisitos que se solicitan».
Por su parte, Adela Vázquez Martinez, procuradora municipal de protección de niñas, niños y adolescentes del Sistema DIF municipal de Atizapán de Zaragoza, señaló que uno de los principales problemas en la materia, es la falta de intervención de las procuradurías municipales en los procesos de adopción, lo que genera una sobrecarga en la Procuraduría Estatal y retrasa los trámites, además, que los periodos de inscripción son limitados, pues, solo hay dos fechas al año para realizar la entrevista inicial, lo que puede extender la espera hasta seis meses.
Esta burocracia desalienta a muchas familias interesadas y alarga la institucionalización de los niños, una situación que, según la especialista, puede afectar su desarrollo emocional.
«A veces tenemos tanto tiempo a los niños institucionalizados que cuando los queremos dar en adopción no se adaptan porque no se adaptan a esa familia.
«Después de estar tres o cuatro años en una institución, sacarlos a una familia, a veces hay un rechazo porque precisamente el niño aprendió a estar en una institución, pero no en una familia.
«Entonces, tenemos que impulsar este proceso de las familias de acogida antes de que lleguemos a una familia de adopción para que los niños no estén en instituciones, estén con las familias que les den amor, creencia positiva, alimento, educación, esparcimiento y todo lo que un niño necesita.
«Lamentablemente las instituciones, por muy bonita que se vea, por muy bella que esté, no deja de ser para mí una cárcel para un niño. Una cárcel en donde parece que el culpable de todo lo que sucedió es el niño», precisó la especialista.
Ante este panorama propuso el agilizar los procesos y mejorar la atención a los menores, teniendo mayor participación de las procuradurías municipales, permitiéndoles realizar la primera entrevista y dar seguimiento a los casos.
Promover la cultura de la adopción, con campañas de sensibilización para combatir estigmas y prejuicios, así como fomentar opciones de cuidado alternativas, como las familias de acogida, la familia ampliada y la familia extensa.
Cabe señalar, que de acuerdo con la experta, en el Estado de México existen diferentes opciones para garantizar el bienestar de los niños:
- Adopción: Proceso legal mediante el cual una persona o pareja asume la crianza de un niño o adolescente.
- Familias de acogida: Cuida de manera temporal al menor mientras se encuentra una adopción definitiva.
- Familia ampliada: Se refiere a personas sin parentesco pero con vínculo afectivo con el menor.
- Familia extensa: Son familiares conformada por abuelos, tíos u otros familiares.
Finalmente, hizo un llamado a la sociedad y a las autoridades a unir esfuerzos para que la adopción sea una realidad más accesible, justa y eficiente.
