Crean un dispositivo que permite degustar comida en realidad virtual

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Un grupo de voluntarios en un laboratorio de la Universidad Estatal de Ohio experimentó algo que parecía sacado de una película de ciencia ficción: probaron sabores como café y limonada sin consumir los alimentos reales.

Investigadores en Estados Unidos desarrollaron una técnica innovadora. Los voluntarios experimentaron sensaciones gustativas sin necesidad de ingerir alimentos (Foto: Especial).

Este avance fue posible gracias a un dispositivo llamado e-Taste, una interfaz gustativa biointegrada que busca replicar sabores mediante una combinación de sustancias químicas.

Este desarrollo podría revolucionar la forma en que se interactúa con la realidad virtual, abriendo la puerta a experiencias multisensoriales más completas.

El dispositivo, utiliza una tecnología que analiza los perfiles de sabor de alimentos y bebidas a nivel molecular. Posteriormente, reproduce esos sabores mediante un sistema químico que los usuarios perciben a través de un gel.

Aunque los resultados iniciales fueron mixtos, los investigadores consideran que este es un primer paso hacia la integración del gusto en entornos virtuales, algo que hasta ahora había sido un desafío para la tecnología.

Cómo funciona el e-Taste

El funcionamiento del e-Taste se basa en un proceso dividido en tres etapas. En la primera, un conjunto de sensores analiza los alimentos o bebidas para identificar moléculas clave como la glucosa o el glutamato, que son responsables de los sabores básicos: dulce, ácido, salado, amargo y umami.

Esta información se codifica y se transmite de forma inalámbrica al dispositivo, lo que permite que los datos de sabor sean enviados incluso desde ubicaciones remotas.

En la segunda fase, el dispositivo utiliza una bomba electromagnética que mezcla sustancias químicas en proporciones específicas para replicar el perfil de sabor analizado.

Estas sustancias se combinan en una zona de mezcla y, una vez que se logra el sabor deseado, se convierten en un gel que transporta los sabores a la boca del usuario.

Vale destacar que este gel no se ingiere, pero permite que el usuario perciba el sabor como si estuviera consumiendo el alimento o bebida real.

Finalmente, en la tercera fase, los investigadores pueden ajustar la intensidad del sabor percibido mediante el control remoto del dispositivo. Esto permite personalizar la experiencia gustativa, algo que podría ser clave para aplicaciones futuras en la gastronomía virtual o en el ámbito médico.

Resultados iniciales

En las pruebas realizadas con 10 voluntarios, los resultados fueron variados. Los participantes lograron diferenciar con un 70% de precisión entre distintas intensidades de sabores ácidos.

Sin embargo, tuvieron más dificultades para identificar sabores complejos como pastel, café o sopa de pescado. Los investigadores atribuyen estas discrepancias a la subjetividad inherente al gusto, que está influenciado por factores como el olfato, la memoria y las señales visuales.

El profesor Jinhua Li, coautor del estudio, explicó que el gusto y el olfato están profundamente relacionados con las emociones y la memoria, lo que añade un nivel de complejidad al desarrollo de esta tecnología.

Por su parte, Yizhen Jia, estudiante de doctorado y también coautor del artículo, señaló que el proceso de prueba implicó numerosos ajustes y momentos inesperados, como la administración accidental de una dosis elevada de ácido cítrico durante un experimento.

Más recientemente, investigadores japoneses diseñaron una “pantalla olfativa” que utilizaba corrientes de aroma para complementar la experiencia visual. Incluso empresas como Sony exploraron tecnologías inmersivas que incluyen estímulos olfativos en videojuegos.

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