¿Ya te diste cuenta cómo hemos integrado la inteligencia artificial en nuestra vida cotidiana? Pues lo más común y extendido son los asistentes virtuales como Siri, Alexa y Google Assistant, que permiten controlar dispositivos del hogar, programar recordatorios, gestionar agendas y realizar búsquedas por voz, simplificando así la organización personal y el manejo de tareas domésticas. Estos asistentes pueden, por ejemplo, encender luces, ajustar la temperatura o reproducir música con simples comandos de voz.
Otra forma en que usamos la Inteligencia Artificial es a través de sistemas de recomendación personalizados en plataformas como Netflix, Spotify o Amazon, que analizan nuestros gustos y hábitos para sugerir contenido o productos adaptados a nuestras preferencias, mejorando la experiencia de usuario. También la empleamos en reconocimiento facial para desbloquear smartphones o en sistemas de seguridad y vigilancia, identificando personas a fin de proteger espacios o facilitar accesos.
En los próximos años espera de manera particular que los asistentes virtuales dejen de ser solo herramientas para responder preguntas y pasen a ser compañeros que nos apoyan en muchas tareas, como organizar nuestro día, recordarnos cosas importantes y hasta ayudarnos a sentirnos mejor cuando estamos tristes o estresados. El panorama es prometedor pero eso sí, siempre será importante usar la Inteligencia Artificial con cuidado, respetando nuestra privacidad y asegurándonos de que siempre haya control humano para evitar problemas.
