Se han escrito mares de tinta —ya no ríos— para referirse al tema de la seguridad en la república mexicana. Y otros tantos para el caso concreto del estado de México.
Agrego en este texto algunas gotas —y bits, en el caso digital—, aunque todo ha sido dicho, todos los reclamos han sido expresados, todos los argumentos señalados, todas las explicaciones dichas, todas las críticas manifestadas.
Yo sólo recuerdo lo que alguna vez un experimentado político priista dijo en una reunión a la que tuve la fortuna de asistir —porque lo que aprendí, no por los asistentes—.
Ese experimentado tamaulipeco llamado Manuel Garza, mejor conocido como El Meme, contaba que alguna vez coordinó la campaña de un candidato a alcalde, y que llevó al candidato en cuestión a una lomita desde donde se dominaba todo el municipio que quería gobernar. Ahí le dijo que en ese municipio la gente ya tenía todos los servicios elementales: agua, escuela, calles pavimentadas, drenaje, limpieza… Así que le preguntó: ¿tu que le vas a ofrecer a esta gente que ya lo tiene todo o casi todo?
No recuerdo con precisión la respuesta. Pero la pregunta de El Meme no se me olvida.
La recuerdo ahora que la inseguridad y la violencia aprietan.
En el estado de México hay muchas necesidades insatisfechas, pero recuperar la tranquilidad y tener seguridad se ha vuelto una necesidad imperiosa.
Desde hoy hay que preguntarle a quienes quieren gobernar este estado: ¿tu que le vas a ofrecer a esta gente que tiene resueltas todas o casi todas sus necesidades básicas?