A gran parte de los habitantes de Toluca no les gusta hacer filas cuando se trasladan en su automóvil. Muestran comportamientos impacientes, abusivos y agresivos metiéndose a un carril y lugar de forma brusca.
Tienen desprecio hacia las normas, una baja cultura vial y la percepción de impunidad ante la falta de aplicación efectiva de las leyes de tránsito. También piensan que avanzan más rápido. Pero los estudios de tráfico indican que, debido a la densidad vehicular y la capacidad limitada de las vías, todos los vehículos terminan moviéndose a una velocidad impuesta por el flujo colectivo, no por la rapidez individual.
Cuando los conductores intentan colarse o adelantarse fuera de turno, causan interrupciones en el flujo, frenan a otros automóviles y contribuyen al efecto acordeón, donde el tráfico se detiene y arranca en cadena, disminuyendo la velocidad efectiva para todos. Por lo tanto, saltarse la fila o usar carriles indebidos no proporciona una ventaja significativa en el tiempo de viaje, al contrario, empeora la movilidad para todos en la vialidad.
Respetar la fila en la conducción es una regla básica impuesta por la ley. En Toluca podemos lograr un tránsito más civilizado si respetamos las filas.
