En la actualidad, las Áreas Naturales Protegidas enfrentan diversos desafíos para consolidarse como una verdadera estrategia orientada al adecuado manejo de los recursos, sostuvieron académicos de la Facultad de Planeación Urbana y Regional de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Los autores del trabajo “Desafíos de la gobernanza ambiental para el turismo rural en áreas naturales protegidas”, Carlos Pérez Ramírez, Elizabeth Díaz Cuenca y Alejandro Rafael Alvarado Granados advirtieron que si bien, los propósitos bajo los cuales se plantean las Áreas Naturales Protegidas aspiran a la conservación ambiental y al mejoramiento de las condiciones de vida de la población, existen factores que van desde la planificación y hasta los recursos humanos y generan enfoques discordantes sobre el territorio asumido como Área Natural Protegida.
Entre ellos, citaron, hay puntos de vista que observan a ésta como un área prioritaria para la protección de la biodiversidad o los cuerpos de agua, o un proyecto innovador para el desarrollo de nuevos nichos de mercado e incluso, como el espacio esencial para la reproducción de las formas de vida de las colectividades agrarias.
Los universitarios señalaron que las áreas naturales protegidas deben configurarse como un instrumento de la política ambiental, con amplia trascendencia para la conservación de la diversidad biológica y los elementos biofísicos, además de propiciar el desarrollo de actividades productivas que pueden incidir en la dinamización económica de la población y el bienestar social.
Por otro lado, los investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México reiteraron la importancia de las poblaciones locales para conseguir los objetivos de las Áreas Naturales Protegidas, pues son éstas las que inciden como un actor protagónico en la delineación de iniciativas para la conservación ambiental.