Científicos de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, crearon una pintura que refleja la luz solar, por lo que no se degrada con los rayos ultravioleta.
Esta pintura provoca que la luz solar rebote, inclusive en materiales metálicos, por lo que mantiene las superficies más frías y alarga la vida útil del material.
Este desarrollo es importante si tomamos en cuenta que hasta las estructuras más resistentes acaban deteriorándose por el efecto del calor del sol.
Otra de las cualidades de esta pintura que es casi inorgánica, es que está diseñada para expandirse y contraerse en superficies metálicas para evitar el agrietamiento.