El generador de violencia afecta a la pareja, la familia y sociedad en general, porque sus actitudes no sólo se reflejan en su relación de noviazgo o matrimonio, sino repercute en otras esferas, por eso es necesario reeducar tanto a víctima como al agresor, a fin de abatir la violencia de género, destacó Marisol Zarco Reyes.
La colaboradora de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), explicó que en ocasiones, la víctima se convierte en agresor de alguien más vulnerable, por ejemplo, el esposo daña a la mujer y ella a su vez, a los hijos, lo cual genera una cadena de violencia que debe detenerse.La integrante del Consejo Ciudadano para la Prevención y Eliminación de la Discriminación de la Codhem, consideró que cualquiera puede detectar cuando está en esa situación, pues si una relación de pareja “duele”, es porque algo está mal, por tanto, debe preguntarse por qué y qué molesta, para determinar si es víctima o agresor.
Detalló que quienes afectan a su pareja, por naturaleza son seductores natos, ya que manejan estereotipos para moldear a la víctima y si el hombre o la mujer no se comporta como quieren en la relación, buscan a otra persona para establecer su red de violencia.
En ese sentido, a través de los dos Centros de Atención y Reeducación que existen en la entidad, dijo, se concientiza sobre la necesidad de generar nuevas formas de convivencia con el entorno social, y se brinda atención tanto a las víctimas como a los generadores de violencia.
En la medida en que se atienda a los agresores, ellos entiendan el problema que tienen y cambien sus actitudes, disminuirá el volumen de víctimas, recalcó Zarco Reyes.
