Por lo menos 34 personas murieron, 15 resultaron heridas y decenas más están desaparecidas, luego que un cerro se derrumbó sobre la carretera y dejó bajo tierra a jornaleros y comerciantes en la región norte del país.
Las autoridades guatemaltecas dijeron que hay unos 50 desaparecidos.
Dijo que se trataría de unos 80 jornaleros que iban a trabajar a fincas cafetaleras de la región y otros 20 comerciantes que volvían el domingo a sus casas tras vender y comprar productos el fin de semana en el mercado de San Cristóbal, a unos 150 kilómetros al norte de la capital.
Decenas de familiares de los fallecidos y el gobernador del departamento de Quiché -de donde eran los mercaderes- se presentaron al lugar para inquirir por los fallecidos.
Unas 165 personas, entre pobladores y rescatistas con perros amaestrados, trabajan en el lugar del deslave en busca de más desaparecidos pese a que aún caen piedras y tierra desde lo alto de la montaña que no deja de crujir.