A una semana de las elecciones en el estado de México los partidos políticos y sus candidatos dejan ver su nerviosismo de cara a los resultados. Mientras en un partido ya se declaran ganadores, incluso en anuncios espectaculares, en otro ya se habla de fraude, con documento de por medio.
A la par, en un partido se acusa a otro de su verdadera ideología política mientras tres partidos se señalan por no lograr una alianza. Antes eran jitomatazos y ahora son huevazos que alcanzan a los dirigentes nacionales. Que no nos extrañe pues que en los próximos días hasta zapatos se avienten.
Esta realidad confirma una vez más que las campañas electorales transcurren en gran parte por acusaciones más que en capacidad para gobernar. Y que al cierre de la misma se concentran los esfuerzos en pulverizar al adversario.
Lo importante aquí es que los electores seamos capaces de entender este comportamiento político y escoger qué queremos. Las elecciones son en una semana. La decisión es nuestra.
