El porcentaje de mujeres embarazadas que realiza ejercicio es muy bajo, lo que trae como consecuencia ganancia excesiva de peso, preeclampsia, diabetes gestacional, parto por cesárea, dolor lumbar, incontinencia urinaria y complicaciones durante la gestación.
Médicos del departamento de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Camilo José Cela en Madrid, España, aseguran que realizar actividad física moderada durante el embarazo aporta beneficios fisiológicos a la madre y al bebé.
En el caso de la madre se obtiene mayor elasticidad en las articulaciones, control de peso, disminuye el insomnio y hay menor riesgo de presentar depresión post parto.
A nivel fetal, también existen algunos beneficios, como una reducción de la tasa de grasa corporal en el recién nacido, que se mantiene en etapas posteriores.
Entre las actividades que se han demostrado seguras durante la gestación están la caminata, bicicleta estática, natación, yoga o Pilates. Por el contrario, están contraindicados los deportes de alta resistencia, aquellos con riesgo de pérdida de equilibrio o riesgo de traumatismo abdominal como la equitación, esquí, fútbol, bicicleta al aire libre y hockey.