Al agrandamiento de la próstata se le llama hiperplasia prostática benigna (HPB), padecimiento que no es un cáncer y no aumenta el riesgo de cáncer de próstata.
Este mal afecta a 4 de cada 10 hombres y aunque no genera cáncer, sí provoca una serie de síntomas secundarios molestos y algunas veces dolorosos.
El extracto de tomate rojo o jitomate tiene propiedades anticancerígenas por su contenido lipídico, por lo que puede ser eficaz para combatir la Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) o agrandamiento de la próstata, así como la metástasis por cáncer de próstata.
Estos son los resultados del estudio llevado a cabo por investigadores mexicanos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), quienes resaltaron las propiedades del jitomate: “se observó su capacidad para reducir la inflamación y el crecimiento de este órgano (próstata).”
Este hallazgo es de gran relevancia para la salud masculina ya que el riesgo de HPB se eleva a partir de los 40 años, especialmente entre pacientes con obesidad. Si sus síntomas no se atienden adecuadamente, en algunos casos puede requerir de intervención quirúrgica.
El jitomate contiene, además de fibra, una sustancia llamada licopeno, la cual es antioxidante y se fija en la próstata, evitando que las células malignas se acerquen a dañarla.
Su contenido de antioxidantes es generoso, lo que ayuda a retrasar el envejecimiento de las células. Recientemente se descubrió un nuevo antioxidante en el jitomate, el cual es cuatro veces y media más poderoso que la vitamina E y diez veces más que la vitamina C.
