Sale por la nariz. Si, así es.
Contrario a lo que pensabas, la grasa no se quema, no se suda, pues según la Universidad de Nueva Gales del sur de Australia, se oxida mediante la respiración.
Cuando realizas ejercicio, el 84 por ciento de la grasa se transforma en dióxido de carbono y sale cada vez que exhalas.
Aunque solo una pequeña parte, algo así como el 16 por ciento, se convierte en agua, y se arroja a través de la orina o el sudor.
El cuerpo humano es tan curioso que elimina esos kilitos de mas de maneras que jamás nos hubiéramos imaginado.