Si tu hijo es malhumorado, puede que sea más inteligente de lo normal. Para algunos padres, este tipo de temperamento es un castigo, pero un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur demostró que el mal humor es señal de alto intelecto.
Para descubrirlo, manipularon sus estado de ánimo y les mostraron películas. Se les hizo pensar en momentos positivos y negativos y el descubrimiento fue revelador e impactante.
La tristeza y el mal humor los hacen juzgar mejor a los demás, los estados de enfado mejoran su memoria, el mal genio ayuda a la capacidad de argumentar, mientras que los niños optimistas crean y cooperan más.
Los malhumorados desarrollan una importante habilidad, procesan mejor la información en momentos difíciles.
El mal temperamento es normal en su desarrollo, ya que con el tiempo comienzan a custionarse todo.
En el caso de que su carácter genere problemas, hay que enseñarles a apartarse de situaciones nocivas y ser un ejemplo al momento de comportarse.