Las actividades que realizan las personas de la tercera edad, como el cuidado de nietos, la atención de negocios o la vigilancia de bienes inmuebles ante la migración de hijos o nietos, deben ser remuneradas y consideradas como productivas, aseveró la investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México, Zoraida Ronzón Hernández.
Explicó que, a través del Centro de Investigación y Estudios en Movilidades y Migraciones Internacionales (CIyEMMI), la máxima casa de estudios mexiquense desarrolla una investigación al respecto en el sur de la entidad.
En esta región, dijo, la migración hacia Estados Unidos es una variable común que genera que los adultos mayores se conviertan en cuidadores de patrimonios familiares y de personas, sin recibir ningún tipo de beneficio económico.
Ronzón Hernández indicó que el fenómeno del adulto mayor cuidador se potencializa en los municipios con migración de población joven, ya que las personas mayores de 60 años que viven en estas zonas carecen de estudios, trabajo o pensiones, por lo que su economía se apoya en lo que hijos o el grupo cercano les otorga.
“La ONU realiza esfuerzos para que los cuidados que realiza la población envejecida en los ámbitos familiar y social sean reconocidos como una actividad productiva, pues de no hacerlo ellos, se tendría que pagar a alguien”.
Abundó que la falta de reconocimiento a las actividades que realizan los adultos mayores se une a la carencia de seguridad social, lo que complica la atención médica, que además, no cubre las necesidades de las enfermedades geriátricas.
Sin duda, concluyó Zoraida Ronzón Hernández, las políticas públicas para atender a los adultos mayores deben ser específicas, por las necesidades particulares a las que se enfrenta la población en esta etapa de la vida.
