Una vida sedentaria, y una alimentación rica en grasas, así como procesada, incentiva cuadros de diabetes e hipertensión en adolescentes del estado de México, así lo informó Lucerena Suárez Benton, especialista y encargada del Módulo de Prevención de la Unidad de Medicina Familiar 250 del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Dijo que el grupo de edad con mayor incidencia en el estado de México, son los adultos mayores, aunque en los últimos 15 años los casos en adolescentes han ido a la alza producto de la inseguridad y el cambio de hábitos.
Explicó que anteriormente los jóvenes tenían la libertad de hacer ejercicio al aire libre y hoy en día esto ya no se puede hacer por temor a ser víctima de la delincuencia, así como que en años pasados las familias optaban por comida saludable, y actualmente la procesada es la que prevalece en las mesas mexiquenses.
En entrevista para Así Sucede, la especialista refirió que un adolescente con presenta una cintura mayor a 50 centímetros, aumento de peso y en la zona de la axilas, cuello e ingle tiene líneas obscuras y esto se debe a la resistencia a la insulina.
Además de que orina en demasía, tiene exceso de apetito, y tiene cuadros de visión borrosa, está irritable y cansado.
Por lo que es necesario canalizarlo a una unidad de Medicina Familiar, para que tenga un tratamiento adecuado y evite desmejorar su calidad de vida, pues en la etapa adulta puede ser candidato potencial a sufrir de pie diabético o bien contraer insuficiencia renal.