
Los adultos mayores que hacen ejercicio con regularidad tienen 13 por ciento menos riesgo de sufrir lesiones y en caso de tenerlas, se recuperan más rápido que aquellos que llevan una vida sedentaria.
Médicos de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, realizaron un estudio que demuestra que realizar actividad física, sobre todo después de los 60 años de edad, disminuye considerablemente el riesgo de lesiones y de quedar con una discapacidad.
De acuerdo con los resultados de la investigación, los adultos mayores que tienen una rutina de ejercicios tienen un tercio más de probabilidades de recuperarse, en comparación con los ancianos que son sedentarios.
Los expertos en salud señalan que no es necesario llevar un régimen intenso en gimnasio, pues basta con una caminata moderada diario, ya que al realizarla de manera regular se pueden tener muchos beneficios para la salud, incluyendo menor riesgo de enfermedad cardiaca, diabetes, ciertos tipos de cáncer y depresión.