Un análisis exhaustivo de los cambios en la población microbiana intestinal durante los tres primeros años de vida ha puesto de manifiesto algunos de los impactos de factores como la exposición a los antibióticos, incluyendo los efectos de múltiples tratamientos con ellos.
En la revista Science Translational Medicine, un equipo dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH) y del Instituto Broad (EE.UU.) llega a conclusiones que pueden ayudar a entender cómo se crea el microbioma intestinal y cómo la combinación de microbios de cada niño puede contribuir al riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 1 y la enfermedad inflamatoria intestinal.
«Una de las motivaciones principales de la investigación del microbioma es que la población microbiana de la primera infancia parece ser crítica para la salud humana, en cuanto a que la disminución de la diversidad de la microbiota intestinal está implicada en una serie de enfermedades alérgicas y autoinmunes», dice Ramnik Xavier, jefe de la Unidad Gastrointestinal de MGH y miembro del Instituto Broad, en la nota de prensa de MGH.
«Nuestro estudio no sólo analizó el microbioma intestinal a una alta resolución que nos permitió identificar tanto las especies como las cepas microbianas, sino que siguiendo a los participantes en el estudio a lo largo del tiempo también fuimos capaces de descubrir hallazgos que no se habrían observado en muestras individuales de cada paciente.
En colaboración con un equipo de investigadores finlandeses con los que han trabajado durante varios años, el equipo de MGH/Broad estudió a un grupo de 39 niños, de los cuales se tomaron muestras de heces mensuales desde el nacimiento y hasta la edad de 36 meses.
Cada muestra se analizó con un procedimiento de secuenciación estándar basado en ARN utilizado para identificar poblaciones microbianas, y se llevó a cabo una secuenciación más detallada del genoma completo en aproximadamente el 25 por ciento de las muestras para revelar cepas específicas de las especies microbianas identificadas.
Durante el período de estudio, 20 de los participantes recibieron antibióticos para tratar infecciones respiratorias o del oído (entre 9 y 15 tratamientos).