Hoy miércoles 3 de mayo toca felicitar a los trabajadores de la construcción que con su labor nos dan un lugar dónde vivir, trabajar y esparcirnos, entre muchos otros.
Ellos hacen posible la elevación de muros, tanto en interiores como exteriores, y reparan, mantienen o remodelan instalaciones particulares, públicas, privadas y demás obras arquitectónicas.
Para ser albañil se requiere la habilidad de trabajar con las manos herramienta o maquinaria, hacerlo en las alturas y con gran peso; seguir instrucciones, trabajar en equipo y saberle a los números. Ahora bien, el trabajo del albañil es pesado y cansado pues necesita de mucho esfuerzo físico y estar a la intemperie, o lo que es lo mismo, como venga el clima, pues la obra no puede parar.
Aparte de eso hay que señalar los riesgos que implica este oficio y es a caídas, cortes, golpes y quedar atrapado, conjuntamente con lesiones en músculos y huesos.
Contrario a lo que se cree, el albañil no gana mucho pues el sueldo promedio ronda los ocho mil pesos al mes. Es indispensable por tanto, hacer valer la función de los albañiles con contratos, prestaciones y medidas preventivas así como conocer y respetar sus otros derechos que ya existen.