La presidenta de la Fundación Michou y Mau, Virginia Sendel, alerta que es el mes de diciembre cuando más casos de niños quemados se dan.
Líquidos calientes son la primera causa de accidentes, ya que en las festividades navideñas muchas veces los adultos están más ocupados y preocupados por cocinar, sin tener cuidado de los niños y alejarlos de los alimentos calientes, lo que provoca que se vacíen los líquidos y provoquen severas lesiones.
Los niños de cero a cinco años son el universo de infantes más susceptibles a sufrir quemaduras y graves, ya que no miden peligros, además, está el grave descuido de quienes los cuidan. Otro de los factores de riesgo que presentan los niños en la temporada de fin de año es el uso de juegos pirotécnicos, que cuando no existe una supervisión adecuada, las consecuencias son severas.
Virginia Sendel negó que exista una estadística confiable sobre los casos que se registran de niños quemados en México, ya que aquellos que lamentablemente pierden la vida en las regiones rurales se da la sepultura sin que se mencione la causa de muerte, mientras que en los hospitales que no cuentan con la especialidad para tratar a niños quemados, cuando se da un paro respiratorio, no lo atribuyen a las quemaduras.
La Fundación Michou y Mau, informó, cada mes traslada al Hospital Shriners de Galveston, Texas, un promedio de ocho a diez menores que han sufrido quemaduras graves para su tratamiento. Los costos de tratamiento para un niño quemado van desde medio millón hasta un millón de dólares, ya que es un tratamiento hasta los 21 años del paciente. De igual manera, la fundación actualmente atiende a un promedio de cuatro mil niños en cuanto a secuelas por quemaduras.
