Para cumplir con el rito de la cuaresma, familias mexiquenses destinan entre 700 y mil pesos cada viernes, de ahí que esta tradición, que marca no comer carne cada viernes de cuaresma, se esté perdiendo.

Amas de casa mencionan que cumplir con este requisito, que recomienda la iglesia católica, es complicado, debido a que el precio del pescado aumentó entre 30 y 40 por ciento en los últimos meses.
Por lo que sus opciones son comer quelites, queso, o huevo de tal forma, que cumplan con lo indicado por iglesia y no ver afectada sus finanzas.
Añaden que el pollo, también ha registrado un aumento en su costo, derivado de la ley de oferta y la demanda, de ahí que no sea una opción en esta temporada de cuaresma.