Cuando ya nos encontramos en el tercer milenio se pensaría que debido al mejor acceso a la educación y el alcance de las nuevas tecnologías todos sabríamos leer y escribir pero esto no sucede. De hecho, se cuentan a nivel mundial en millones, 750, los jóvenes y adultos que no han aprendido a leer ni escribir mientras que 250 millones carecen de capacidades básicas de cálculo. Esto los lleva a la exclusión y a las pocas posibilidades de desarrollo.
En México, con base en el INEGI, hay cerca de cuatro y medio millones de personas analfabetas y se observa que el número de casos ha ido a la baja ya que tan solo de 1970 al 2020 se redujo a 25.8 por ciento. Un dato adicional es que hay más mujeres que hombres que no aprendieron a leer ni escribir lo que también habla de la brecha de escolaridad entre hombres y mujeres. Respecto a las entidades federativas, Chiapas es el estado con mayor número de personas analfabetas y le siguen Veracruz, Jalisco, Puebla y Guanajuato. Por el contrario, Colima figura como el estado con más gente que sabe leer y escribir.
La alfabetización tiene que ver con un derecho humano fundamental además de que, según la Agenda 2030, se busca garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad. Por otro lado, existe también una frase que se le atribuye al cubano José Martí “Saber leer es andar, saber escribir es ascender”.