La Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhortó al gobierno del estado de México y al INAH a establecer una mesa de trabajo para analizar el impacto estructural a la zona arqueológica de Teotihuacán por el proyecto Resplandor Teotihuacano.
Durante la sesión de la Comisión Permanente en San Lázaro se acordó que dicha mesa deberá integrarse por los gobiernos federal, estatal y municipal, instituciones involucradas, representantes comunitarios y gremiales, así como especialistas en el tema.
Además el documento hace suyas las conclusiones y resolutivos del informe de la Comisión de Cultura en este sentido.
La intención de la propuesta «no es tomar iniciativas en contra de proyectos de promoción turística, de desarrollo económico y social que beneficien a quienes habitan en los municipios vecinos de la zona arqueológica».
Se manifiesta la preocupación sobre el riesgo de que una obra de montaje pueda dañar los monumentos arqueológicos y de que se emitan por parte de la Unesco recomendaciones que promuevan el retiro de la declaratoria de patrimonio cultural de la humanidad que tiene la zona.
También se aprobó un punto de acuerdo donde se solicita a la SEP que informe a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la situación de obras de arte sacro -la Virgen de la Candelaria y una escultura en madera de San Joaquín-, así como la supuesta pertenencia a templos católicos de Teotihuacán.
