La prohibición en la venta de quesos y algunas marcas de yogurt por errores en el etiquetado trajo pérdidas de hasta una semana de producción del 80 por ciento de las empresas del sector en el Estado de México y un mes y medio de pérdidas para proveedores de materia prima, etiquetas, empaques, distribución y logística entre otros.
De acuerdo con Francisco Cuevas Dobarganes, Director de la Unión Industrial del Estado de México la manera en que se llevó a cabo la llamada de atención al sector fue arrebatado y poco correcto ya que en realidad los productos no afectan a la salud ni eran engañosos, pero si trajo una serie de problemas a la cadena de proveedores y empleos que se están involucrados en el sector, por lo que calificó esta medida como “un manotazo en la mesa”.
“Dado que se trata de lácteos que tienen caducidad muy corta, de productos tus que su transportación no es fácil, el regresarlos de la tienda a la planta la implicación de costo y logística son muy importantes”
La mayor parte de las empresas relacionadas al sector tienen capitales de Mexico, Estados Unidos, Suiza e Italia y son empresas públicas que cotizan en bolsa por lo que el impacto económico que resultó de esta medida es mayúsculo.
En el caso del Estado de México, Unidem tiene 3 plantas y diversos centros de distribución relacionados a la producción y distribución de lácteos, mismos que están incluidos en las 13 marcas que regresan al mercado a partir de este martes luego de haber realizado las modificaciones en sus etiquetas.
Concluyó que el tema pudo haber sido resuelto con mesas de trabajo directas a las empresas pero no hubo delicadeza en el mismo.
