Para esta temporada de lluvias, la población propensa a contraer dengue asciende a 800 mil personas que habitan en 27 municipios del sur del estado de México.
Aunque el problema se concentra históricamente en municipios como Tejupilco, Tlatlaya, Amatepec, Luvianos, Valle de Bravo, Santo Tomás de los Plátanos, Zacazonapan, Otzoloapan, Malinalco, Ocuilan e Ixtapan del Oro, que colindan con los estados de Guerrero, Morelos y Michoacán.
Imelda Medina Torres, responsable de la vigilancia Epidemiológica de las Enfermedades Transmitidas por Vector del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), indicó que a la semana epidemiológica número 20, que es la que transcurre, se cuentan ocho casos de dengue clásico autóctono.
Todos en la comunidad de Santa María Tlatlaya, en Tlatlaya, ubicada a solo 10 minutos de localidades guerrerenses, por ello, las cuadrillas del ISEM, aplicaron larvicidas y se fumigaron las viviendas de los pacientes que fueron atendidos por especialistas de la salud.
Para prevenir el dengue, Medina Torres hizo énfasis en que la población del sur del estado de México, donde impera un clima tropical, mantenga limpios sus patios o traspatios, que los envases de plástico estén bien cerrados, que estén limpias y bien tapadas las cisternas o piletas, al igual que los tinacos de agua, por ejemplo, pues es donde el agua de lluvia se acumula y de ahí surgen los criaderos y larvas del mosco del género Aedes aegypti.
“Se recomienda utilizar repelente de insectos si se puede, poner pabellones en las camas para protección cuando aumenta la densidad de los mosquitos, utilizar camisas de manga larga y pantalones largos para no dejar la piel expuesta”, indicó la especialista.
Solo para esta temporada de dengue, en el sur mexiquense trabajan alrededor de 750 personas del ISEM, entre quienes informan a las personas sobre este mal en sus comunidades, hasta quienes fumigan los exteriores de las viviendas y los que atienden a las personas contagiadas.
El dengue se caracteriza por tener fiebre, nauseas, dolores musculares, en articulaciones, dolor de cabeza, dolor atrás de los ojos y manchas pequeñas en la piel, por lo que “la persona tiene que acudir al centro de salud más cercano para que le tomen su muestra y le den analgésicos para controlar los dolores, pues no existe un tratamiento como tal y sobre todo que estén en reposo para que el mal no se agrave”, subrayó la epidemióloga.
Finalmente, el año pasado, el sector salud estatal registró 115 casos de dengue clásico sin fallecimientos.
