Para enfrentar la violencia obstétrica que se expresa en actos como regaños y gritos hacia las mujeres en situación de parto, así como atención tardía y presiones para admitir dispositivos de control natal, entre otros, la 60 Legislatura aprobó que la Secretaría de Salud desarrolle programas que fomenten la atención integral de la mujer durante el embarazo, el parto, el puerperio o en emergencia obstétrica.
Mediante la modificación del artículo 2.21 del Código Administrativo del estado de México, se establece además que esa dependencia, en calidad de coordinadora del Sistema Estatal de Salud, implemente políticas públicas transversales y elabore programas de promoción, orientación y prevención encaminados a erradicar la violencia obstétrica.
En sesión plenaria del Cuarto Periodo Ordinario, bajo la presidencia del diputado Nazario Gutiérrez Martínez, la legisladora Berenice Medrano Rosas (morena), presidenta de la Comisión de Salud, Asistencia y Bienestar Social, dio lectura al dictamen según el cual, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2016 el Estado de México ocupó el primer lugar nacional en la práctica de violencia obstétrica en los servicios de salud pública y privada, seguido de la Ciudad de México.
Abunda el documento en que la investigación reveló también que, de 2011 a 2016, en el más reciente parto 70.7 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años sufrieron regaños y gritos, fueron atendidas deliberadamente tarde, ignoradas cuando preguntaban sobre su bebé, presionadas para que aceptaran un dispositivo u operadas para ya no tener hijos, además de ser obligadas a permanecer en una posición incómoda o molesta.
Expone además que, si bien esta conducta es considerada como un delito en la legislación local, esta no ha sido una medida efectiva contra tal violencia, ya que se centra en la responsabilidad individual invisibilizando la institucional. “Lo que se requiere es la reivindicación de los derechos de la mujer mediante estrategias encaminadas a la erradicación de ideas y estereotipos que la posicionan en un segundo plano en el contexto del embarazo, parto y puerperio, restándoles protagonismo y autonomía”, señaló la diputada, autora de la iniciativa.
Las y los legisladores, acota el dictamen, “estamos convencidos de que la propuesta legislativa contribuirá a mejorar la atención a las usuarias de los servicios de salud y a salvaguardar el derecho a la salud de la mujer, en particular, para evitar la violencia obstétrica, en favor de una atención digna y respetuosa en el embarazo y en el parto”.