Dormir en la misma cama con la pareja es una de las experiencias más comunes y a la vez significativas en muchas relaciones, pues se trata de un acto que va más allá de simplemente compartir un espacio físico. Hacer esto sirve como una oportunidad para fortalecer el vínculo emocional y, además, diversos estudios han comprobado que puede mejorar la calidad del sueño, ya que la presencia del otro proporciona una sensación de calma y reduce el estrés.
En este contexto, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Columbia Británica reveló que el olor de una pareja romántica tiene un impacto significativo en la calidad del sueño. De acuerdo con la psicóloga Theresa E. DiDonato, los investigadores diseñaron un experimento para analizar cómo las señales olfativas influyen en el descanso nocturno de las personas. Los resultados mostraron que el aroma de la pareja, además de mejorar la percepción subjetiva del sueño, también incrementa su eficiencia de manera comparable al uso de melatonina, un suplemento comúnmente utilizado para regular el sueño.
El experimento contó con la participación de 155 personas con antecedentes de sueño saludables. Durante cuatro noches consecutivas, los participantes durmieron solos utilizando camisetas como fundas de almohada. Estas camisetas habían sido previamente usadas por sus parejas románticas o por extraños, mientras que otras no tenían ningún olor. Los participantes desconocían cuál era cuál, y cada mañana, calificaron su calidad de sueño percibida, mientras que un rastreador en la muñeca registraba métricas objetivas de su descanso.
De acuerdo con los resultados del estudio, las noches en las que los participantes durmieron con camisetas impregnadas con el olor de sus parejas mostraron una mejora notable en la eficiencia del sueño en comparación con las noches en las que usaron camisetas sin olor o con el aroma de un extraño. Según Psychology Today, este fenómeno se relaciona con lo que los investigadores denominan el “aroma de la seguridad”, un concepto que refiere cómo el olor corporal de una pareja reduce el estrés y genera una sensación de calma.
Según un artículo publicado en la Revista mexicana de sociología, el olfato es uno de los sentidos más poderosos en el ámbito emocional y sexual. Diversas investigaciones han demostrado que las mujeres suelen tener un sentido del olfato más desarrollado que los hombres, y que los adultos emiten un “aroma-persona” distintivo que puede ser reconocido por quienes los rodean.
Según Alonso Fernández Guasti, investigador del Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), el olfato desempeña un papel crucial en la atracción y el establecimiento de vínculos amorosos. Este proceso ocurre cuando las moléculas presentes en el aire son detectadas por sensores nerviosos en el epitelio olfativo, que luego envían esta información al cerebro. La memoria olfativa permite reconocer el aroma de una persona amada, lo que refuerza el vínculo emocional y trae seguridad, además de una sensación de protección y estabilidad mientras se descansa.
El sudor, a menudo considerado un tabú social, es en realidad una de las principales fuentes de señales olfativas que influyen en las relaciones humanas. Según la Revista mexicana de sociología, durante la pubertad, las personas comienzan a emitir un olor particular que indica su madurez sexual, un aroma que, junto con la memoria olfativa, permite identificar a una pareja potencial y establecer conexiones emocionales y sexuales.
Aunque la vista es fundamental para la atracción inicial, el olfato desempeña un papel esencial en la consolidación del amor, según explicó Alonso Fernández Guasti, ya que altera el sistema nervioso simpático, generando respuestas emocionales intensas y preparando al organismo para reaccionar ante estímulos externos.
Qué otros beneficios trae dormir con la pareja
Compartir la cama con una pareja romántica no solo fortalece los lazos emocionales, sino que también tiene un impacto positivo en la salud física y mental. Así lo destacó el Dr. Gary W. Lewandowski Jr., quien, citando al especialista Brandon Fuentes, del departamento de psiquiatría de la Universidad de Arizona, señaló que dormir acompañado de una persona con la que se converse un vínculo afectivo puede reducir el riesgo de apnea del sueño, aliviar los síntomas del insomnio y mejorar la calidad general del descanso.
De acuerdo con los análisis de Fuentes, las personas que comparten la cama con su pareja experimentan beneficios específicos relacionados con el sueño, como una disminución de la fatiga, la capacidad de conciliar el sueño más rápidamente y un aumento en el tiempo total de descanso.
Además, quienes duermen acompañados reportaron niveles más bajos de ansiedad, estrés y depresión, así como una mayor satisfacción con la vida en general, pues este acto aporta bienestar emocional se traduce en una percepción más positiva de las relaciones interpersonales y del entorno cotidiano.