¿Qué vamos pensando mientras estamos al volante? Se supondría que en la ruta que nos llevará a nuestro destino y las condiciones del recorrido; el funcionamiento del automóvil y nuestro entorno.
La realidad sigue mostrando otra cosa. Dejamos que las presiones del día o los planes a corto, mediano y largo plazo se apoderen de nuestra mente, lo mismo que damos cabida a distractores como el celular, la música, la plática con el acompañante o la bebida que sorbemos.
En Estados Unidos está vigente una campaña para concientizar a los conductores de atender al volante y al camino mientras se maneja. Y específicamente se exhorta a hacer a un lado el celular, para frenar el alto índice de accidentes. La estrategia ha sido difundir las historias y últimos mensajes de quienes murieron escribiendo en el celular, mientras manejaban.
Manejar requiere más capacidad cognitiva que cualquier otra actividad. Es hacer estimaciones de velocidad-distancia, percepción de lo que está ocurriendo de frente, de lo que hay alrededor del vehículo en que viajamos, dentro y fuera de él. Y como conductores siempre tomamos decisiones rápidas.
Estar al volante no se trata solo de manejar, es conducir, lo que implica el intelecto humano.
