La virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, presentó a uno más de los integrantes de su equipo de trabajo.
El primero del llamado gabinete ampliado. Zoe Robledo Aburto, chiapaneco, egresado del ITAM, una universidad fifi, quien se mantendrá al frente del Instituto Mexicano del Seguro Social y de las acciones para condición a la materialización de eso que se llama IMSS Bienestar.
Entre el Seguro Social y el IMSS-Bienestar, que sólo comparten el nombre, deberían atender a 80 por ciento de la población mexicana. Y enfrentan varios retos en su labor de proporcionar atención médica y seguridad social.
Solo por mencionar algunos, la demanda de servicios médicos supera la capacidad instalada. La infraestructura médica es antigua. Para el IMSS, especialmente, al aumento de los costos de atención médica y la base de contribuyentes no crecen al mismo ritmo.
Falta personal médico y de enfermería, especialmente en áreas rurales y comunidades alejadas.
Y faltan programas efectivos de prevención y promoción de la salud para reducir la incidencia de enfermedades prevenibles.
Aunque Robledo conoce el sistema, su tarea no es sencilla. En este sexenio no llegamos a ser Dinamarca. Y ya no parece que esa sea la meta.