A pesar de que el DIF estatal niega que el problema esté creciendo y desconoce las cifras del mismo, en suelo mexiquense la prostitución de niños y adolescentes ha permeado, sobre todo, en aquellos que proceden de comunidades pobres que rodean a los municipios más habitados.
Así lo expuso la doctora en sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana, Carolina Rojas Verdusco, al destacar que la mayoría de los menores que se dedican a la prostitución son del sexo masculino, quienes al ir creciendo continúan comerciando con su cuerpo y comúnmente se convierten en travestis y comparten viviendas en las que ejercen su profesión.
”Básicamente la prostitución infantil se divide en dos tipos: por un lado están los menores llamados de la calle, quienes buscan clientes en la vía pública y en parques o zonas comerciales”, explicó.
Añadió que prueba de este fenómeno en el Valle de Toluca puede hallarse en las calles céntricas de la capital mexiquense, a partir de las 10 de la noche o en cinemas para adultos como el denominado Apolo, ubicado en las inmediaciones de la central camionera.
“Los principales puntos en que se tiene detectado este tipo de actividad es en las calles: José Vicente Villada, Nicolás Bravo, José María Morelos, Miguel Hidalgo y Humboldt”.
Otro tipo de prostitución infantil es el de servicio a domicilio, en el que se pueden llegar a conseguir chicos y chicas desde 600 pesos por servicio, dependiendo de las características que el cliente solicite del sexoservidor y los servicios que requiera del mismo, abundó la entrevistada. Incluso, la mayoría de estos menores son adictos, por lo que todo lo que obtienen como ganancias en su actividad sexual lo gastan en adquirir drogas, que en el caso de los niños de la calle es principalmente marihuana y solventes.
